Homenaje

Mensaje de Alexis Díaz Pimienta

Desde lejos mando un saludo y un abrazo, tan grandes como mi agradecimiento, a los organizadores de este evento por haber pensado en mí, como artista invitado. Será un auténtico regalo para mí ver, en directo, una vez más, tanto talento, tanta pujanza en defensa de las tradiciones. Fui amigo personal y compañero de escenarios y congresos, durante más de 15 años de don Guillermo Cházaro Lagos, de ahí que me honre y emociona muchísimo asistir a un evento con su nombre. Soy un gran amigo de toda la familia Cházaro, además. Y de toda la familia tradicional, folclórica, no solo mexicana, sino de todo el continente. Así me siento, y así he enfocado mi trabajo siempre, y ya son muchos años. Ya lo decía en unas décimas del 2002 o 2003:

Soy Pimienta: repentista,
payador y regueifeiro.
Soy cantastorie y violeiro,
trovero y galeronista.
Soy guión y decimista,
bertsolari y trovador.
Soy poeta, verseador,
cantador de mejorana,
huapanguero a la cubana,
decimero y glosaor.
Soy dun en Afganistán
y soy griot en Mauritania.
Soy menneänger de Alemania.
Soy aijty de Kazajstán.
Soy poético volcán
que abarca todo el planeta.
Soy un rimodoro en Creta,
hain-teni en Madagascar,
rapsoda en cualquier lugar
donde este arte se respeta.
Soy un pantus en Malasia,
en Chipre soy un pyatari
y en Sarajevo un guslari
(juglar de la rapsocracia).
En África, Europa, Asia,
América, Oceanía, Australia...
la juglaría en español, catalán,
vasco, gallego, alemán,
portugués... La poesía
oral con un pasaporte
para todas las naciones,
desde todos los rincones
(Este, Oeste, Sur y Norte).
Somos el último aporte
a la civilización.
Somos la prolongación
de la poéticofilia.
Somos una gran familia:
la de la improvisación.

Esa ha sido y es mi filosofía. Unir, hermanar, propiciar el sentido de pertenencia a una misma tradición. Ya bastantes y sofisticadas formas de separarnos han tenido durante siglos. Utilicemos la música y la poesía como mecanismo de unión y mutuo reconocimiento.

Todo esto para decirles en voz alta, ¡Gracias!! Me siento honrado, muy honrado, e iré, una vez más, a aprender. Algo que don Guillermo, Naborí, Nicomedes, Carlos Molina, Berrones, Tío Costilla, y todos los grandes maestros de la décima que ya no están, siempre tuvieron en cuenta: hasta cuando creemos enseñars algo, en verdad, aprendemos.

¡Viva el fandango! ¡Viva el guateque!

Un abrazo guajirocho,
Alexis.



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